Vengo de una familia de siete hijos, seis mujeres y un varón. Yo soy la penúltima. Mi padre fue chef, quien durante su vida trabajó en dos empresas: General Motors y Liverpool. Hace muchísimos años, mi mamá laboró un tiempo en Liverpool. Ahí conoció a mi papá. Cuando se casaron, mi madre quedó al frente de la casa. Eso fue para mí una pauta: venir de una familia con una formación católica, tradicional, pero en la que mi padre, desde joven, se dedicó a hacer trabajo social en colonias populares de la Ciudad de México; por ejemplo, en el Cerro del Judío, en los barrios que estaban más o menos cercanos a donde vivíamos. Mi papá fue un hombre con una disciplina súper rígida. Algunas de mis hermanas y yo estuvimos en una escuela de religiosas; otras no, pero siempre hubo la exigencia de formarse, de estar en una disciplina permanente y en una convivencia familiar. Al pasar el tiempo, eso me dio mucha fortaleza. Es uno de los legados más importantes. En esta etapa de mi vida, hubo situaciones que me marcaron. Puedo ir atando cabos en el tiempo del por qué colaboro en la
Recibido: 09 de noviembre de 2021
Dictamen aprobatorio: 14 de enero de 2022
Referencia
Jiménez Ramírez, M. P. (2022). Por los derechos de todas y todos. Narrativas de los Sures, (Diversidad 22), 7–22.
https://idesmac.net/mrevistas/wp-content/uploads/revistas/22.pdf
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